Powered By Blogger

sábado, 14 de septiembre de 2013

'La gran familia española', felicidad envenenada


la encuesta que os hemos propuesto esta semana para elegir la mejor y peor película española de la historia abundan los títulos de los últimos 10-15 años entre mis propuestas para el segundo apartado, mientras que su presencia en el primero es mucho más reducida. Con esto ni mucho menos quería transmitir la idea de que entre el cine español del siglo XXI abundan más las tomaduras de pelo sin pies ni cabeza que los títulos realmente interesantes, ya que hay mucha calidad en las películas que se hacen en este país si se sabe buscar bien.
Uno de los realizadores que mejor ha sabido hacerse un nombre en la industria del cine español reciente es Daniel Sánchez Arévalo, quien tras foguearse como guionista en diversas series de televisión dio el salto con éxito a la dirección con varios cortometrajes con los que fue adquiriendo cierto prestigio. Fue en 2006 cuando nos llegó ‘Azuloscurocasinegro’, su notable primer largometraje con el que alcanzaba su cima particular con respecto a la evolución presente en su carrera como cortometrajista. Siete años y con dos películas entre medias nos llega ‘La gran familia española’ (2013), que a su manera podría verse como su cénit personal en su progresión hacia historias en las que bajo un disfraz de felicidad encontramos a personajes muy heridos en su interior.

La falsa felicidad de ‘La gran familia española’

i echamos un ojo a la campaña promocional de la película —más trabajada de lo habitual en nuestro cine—, veremos que se destacan sus logros como comedia, incidiéndose especialmente en la apariencia idílica de la familia protagonista. Una astuta estrategia comercial que tampoco se aleja completamente de lo que es ‘La gran familia española’, pero sí que no es más que la superficie de una historia más ambiciosa en la que todos son problemas más o menos graves bajo una felicidad aparente. Eso sí, donde otros directores españoles hubiesen preferido una aproximación —exageradamente— dramática, Sánchez Arévalo acierta de pleno como guionista al apostar por un tono ligero, una decisión delicada de la que acaba saliendo airoso.
Las familias desestructuradas siempre ha tenido un peso importante en su cine, pero fue a partir de ‘Primos’ (2011) cuando terminaron por convertirse en el gran eje temático de la obra de Daniel Sánchez Arévalo, consiguiendo en ‘La gran familia española’ pulir pequeños defectos para ofrecernos un mosaico muy cuidado, ya que cada generación tiene una actitud diferente ante la vida. También fue en ‘Primos’ cuando abrazó por completo la ligereza, recurso con el que empezó a coquetear en ‘Gordos’ (2009), pero su relativa indecisión acabó impidiendo que ésta alcanzase todo su potencial. Aquí eso no pasa, y las miserias de todos ellos están matizadas a través de un toque ante todo agradable que hace que todo lo que suceda sea fácilmente digerible.
l compacto guión de Sánchez Arévalo mantiene su tendencia a incurrir en ciertos giros que uno podría fácilmente calificar como tramposos, pero aquí hay una preparación previa mayor para los mismos, consiguiendo un toque único al potenciar esa carga cinéfila que ya había gozado de cierta importancia en sus anteriores obras. También se agradece que no caiga en el error de asociar en exceso la evolución dramática de sus protagonistas, que ganan aún más interés gracias al estupendo trabajo de todo su elenco —no hay ninguna especialmente memorable, pero todos están entre a caballo entre lo convincente y lo inspirado—, a la progresión del partido de fútbol en el que España consiguió su primer Mundial para así conseguir una especie de doble catarsis, lo cual le hubiese obligado a forzarlo más de la cuenta. Todo fluye.
Una de las principales claves de la película es que tono ligero enmascara con brillantez una historia mayoritariamente dramática, llegando a quitar peso a acciones de sus personajes bastante más fuertes de lo que se no quiere hacer pensar. La auténtica comedia está reservada a momentos concretos —la prima de los protagonistas intentando ligar con uno de ellos o las efectivas apariciones de Raúl Arévalo—, mientras que no tiene problemas en abordar los grandes problemas familiares con una gran pericia narrativa, ya que las historias evolucionan en paralelo con naturalidad, sin en ningún momento quedarse una atrás o estando nosotros deseando que recupere otra.


l Sánchez Arévalo director se muestra particularmente cómodo e ingenioso cuando sus personajes no tienen que pronunciar diálogo alguno y la música adquiere un protagonismo especial, ya sea en la simpática previa a la boda entre dos de sus protagonistas o cuando toca recordar momentos del pasado a través de instantáneas mentales en movimiento. Ya en ‘Primos’ recurrió a un tema de Josh Rouse, músico americano que hace ya varios años que se afincó en nuestro país, para potenciar ese tono que adquirió su cine entonces y, sabedor de que aquí tocaba explorar todas sus posibilidades, en ‘La gran familia española’ directamente le ha encargado la composición de toda su banda sonora.
Lo más curioso del tema es que seguramente ninguna de sus nuevas canciones se ajuste tan bien a ‘La gran familia española’ como sucedía con Quiet Town en el caso de ‘Primos’, pero su efecto global es mucho más enriquecedor, ya que pasamos de un tema tan perfecto como aislado para sus intenciones a un conjunto coherente. Vamos, de un pico de interés a un nivel constante ligeramente inferior. Vamos, no es perfecto, pero la música de Rouse —o al menos su obra en los últimos tiempos, ya que, dentro del mismo estilo, ha variado respecto a sus inicios— y el cine de Sánchez Arévalo son increíblemente compatibles. Eso sí, Sánchez Arévalo no duda en echar mano de otras canciones con el objetivo de potenciar determinados momentos, y lo hace con bastante acierto.

La cómoda madurez de Daniel Sánchez Arévalo


i primera reacción al terminar de ver ‘La gran familia española’ fue pensar que Daniel Sánchez Arévalo había vuelto a rodar una película muy estimable, pero que su obra mantenía su tendencia bajista, ya que hasta ese momento todos sus trabajos me habían gustado un poquito menos que el anterior, pero la cosa ha cambiado según pasaban los días —hace ya una semana de su visionado—. Lo más habitual es que me vaya olvidando de muchos detalles de las películas o que a medida que piense en ellas, encuentre nuevas fragilidades que me hagan replantearme, pero en el caso que nos ocupa ha ido mejorando con el paso del tiempo, igual que los buenos vinos. Eso sí, tengo bastante claro que sus posibilidades de cara a los Oscar son prácticamente nulas.
Mencionar el nombre de Luis García Berlanga son palabras mayores a la hora de establecer una comparación con cualquier cineasta español, pero Sánchez Arévalo confirma aquí que es el mejor situado para conseguir que no añoremos tanto al responsable de joyas del séptimo arte como ‘Plácido’ (1961) —mi película española favorita de todos los tiempos— o ‘El verdugo’ (1963). En el plano formal ya se detectan en ‘La gran familia española’ pequeños detalles que perfilan la posibilidad de que se aficione en el futuro por los extensos planos secuencia propios de Berlanga —y otros detalles más concretos como ciertas reacciones de una de las abuelas que nos remiten a delirantes réplicas como ésta—, pero éstos nunca terminan de despegar aquí y puede deberse a pura comodidad o la necesidad de que alguien lleve un paso más allá su talento.
a asociación entre Berlanga y Rafael Azcona fue decisiva para que el primero crease no pocas películas que a día de hoy mantienen toda su genialidad y vigencia, pero la tendencia actual es que los directores españoles que también escriban sus propios guiones prefieran no recurrir a ayudas externas. Como en todo, hay excepciones, pero no es el caso que nos ocupa y es ahí donde reside la gran fortaleza y la principal debilidad de ‘La gran familia española’. Dejando de lado pequeños detalles de guión —minúsculos en comparación con sus muchos aciertos—, estamos ante una película en la que difícilmente podremos encontrar algo reprochable y que además funcionara muy bien para corregir estados de ánimo de ligero decaimiento, pero también se queda a un paso —o dos, según la trama, que, siendo todas interesantes, no todas están al mismo nivel— de explotar todas sus posibilidades.
No esperéis ver ni gota de la mala leche propia de Berlanga y Azcona, ya que Sánchez Arévalo bastante consigue con equilibrar un peligroso castillo de naipes en el que una subtrama fallida o incluso un personaje que no encajase bien en el conjunto podrían haber hecho mucho daño a todas sus virtudes, pero todo encaja, y eso es algo muy meritorio en una cinta con niños —odiosos normalmente, pero no aquí—, adolescentes —molestamente lelos, demasiado idealistas o salvajes de pacotilla por lo general— y un personaje con tantas opciones de salir mal como el interpretado con solvencia por Roberto Álamo. Con todo, el cine de Sánchez Arévalo necesita un último empujón, ya que por sí solo puede conseguir cosas muy buenas, pero en ningún caso brillantes.
a gran familia española’ es una nueva demostración del talento de Daniel Sánchez Arévalo y de la capacidad que tiene el cine español de seguir dándonos buenas películas. Además, es una cinta que consigue evolucionar en nuestra cabeza tiempo después de haberla visto, aunque, justo es reconocerlo, le falta ese imprescindible chispazo de genialidad para ser una obra memorable. Eso sí, quizá sea pedirles peras al olmo, ya que lo que nos ofrece es más que suficiente para aplaudir y disfrutar sus logros.


'Homefront', tráiler y cartel del thriller escrito por Stallone y protagonizado por Statham y Franco


Esta manera de promocionar una película se hace en nuestro país y provoca un escándalo de narices… Aquí os traigo el (patriótico) cartel y el tráiler de ‘Homefront’ (2013), un thriller escrito porSylvester Stallone y dirigido por Gary Fleder —‘El coleccionista de amantes’ (‘Kiss the Girls’, 1997), ‘Ni una palabra’ (‘Don´t Say a Word’, 2001)— que se estrena el 27 de noviembre en EE.UU. para aprovechar la celebración del día de Acción de Gracias. Se van a forrar. De momento no hay fecha para su llegada a España pero es una propuesta fácil de vender y seguro que la podemos ver pronto.
Hace casi una década que Stallone dejó listo el guion de esta adaptación de la novela de Chuck Logan, sin embargo, no fue hasta que le ofreció el papel principal a Jason Statham durante el rodaje de ‘Los mercenarios 2’ (‘The Expendables 2’, Simon West, 2012)— cuando por fin se puso en marcha la producción. La historia del film gira en torno a un exagente de policía, viudo y padre de una hija de diez años, que decide retirarse a un pueblo pequeño para dejar atrás la violencia y vivir en paz. Lamentablemente, el hombre no tiene suerte el sitio y se encuentra con un narcotraficante que está buscando problemas… Es extraño que Sly cediera este papel a Statham en lugar de interpretarlo él mismo, ¿no os parece?, encaja en su estilo.
El hiperactivo James Franco, en el papel de villano, Winona Ryder, Kate Bosworth, Frank Grillo, Rachelle Lefevre y Clancy Brown completan el llamativo reparto de ‘Homefront’. Cuidado con el avance que es de los largos y revela demasiado…

Julianne Moore, fichaje estrella para las dos últimas entregas de 'Los juegos del hambre'


Uno de los argumentos más usados para defender la calidad de la saga ‘Harry Potter’ frente a rivales como ‘Crepúsculo’ es el extenso y estupendo plantel de actores. Igual no interesaban demasiado las peripecias de tres magos adolescentes pero la posibilidad de ver a intérpretes como Alan Rickman, Maggie Smith, Michael Gambon, Gary Oldman o Ralph Fiennes suponía un importante aliciente para cualquier aficionado al cine. Lionsgate parece haber tomado nota y está cuidando el reparto de la nueva franquicia de moda, ‘Los juegos del hambre’.
Julianne Moore es la última incorporación a la serie de películas basadas en la obra de Suzanne Collins. La actriz estadounidense, sin duda una de las mejores en su profesión, ha firmado para encarnar a la presidenta Alma Coin, la líder que encabeza la rebelión contra el Capitolio. Como recordaréis, el tercer y último libro será adaptado en dos largometrajes, repitiendo la jugada de las sagas mencionadas arriba. Ambas mitades de ‘Los juegos del hambre: Sinsajo’ (‘The Hunger Games: Mockingjay’) serán dirigidas por Francis Lawrence, responsable también de la segunda entrega, ‘Los juegos del hambre: En llamas’ (‘The Hunger Games: Catching Fire’, 2013).
Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Natalie Dormer y Philip Seymour Hoffman, entre otros, acompañarán a Moore en las dos partes de ‘Sinsajo’. El primer film se estrenará el 21 de noviembre de 2014 y el final de la saga llegará a los cines justo un año después.

El zombie gaitero de Freakemacine, la imagen de la semana


El próximo lunes 16 da comienzo la quinta edición del Freakemacine, Festival de Cine Fantástico dá Coruña, en el que Blogdecine estará por primera vez, informando de lo que ocurre día a día. El zombie de la foto ha sido el protagonista de un vídeo filmado por la ciudad y que será estrenado on-line el domingo por la noche con motivo de la Zombiewalk, una de las actividades del festival.
Entre los films que se proyectarán este año figuran tres muy destacados y que aún no han encontrado distribución comercial en nuestras salas. ‘Killer Joe’ (id, Williamd Friedkin, 2012) —de la que ya oshablé en su momento—, ‘Safety Not Guaranteed’ (id, Colin Tevorrow, 2012), un curioso film de ciencia-ficcion con el tema de los viajes en el tiempo, y ‘God Bless America’ (id, Bobcat Goldthwait, 2011). Entre los films clásicos encontraremos la proyección de la inolvidable ‘La máscara del demonio’ (‘La maschera del demonio’, Mario Bava, 1960), que será presentada por el crítico y escritor Carlos Aguilar, quien presentará también su libro sobre Mario Bava.

Ben Affleck es el nuevo Batman


Mi reacción ante la noticia a finales de julio diciendo que Batman y Superman iban a compartir pantalla en la secuela de ‘El hombre de acero‘ (‘Man of Steel’, Zack Snyder, 2013) fue de total incredulidad. El hecho de no contar con un actor confirmado para sustituir a Christian Bale me hizo pensar en un anuncio pensado a toda prisa para intentar causar un gran impacto durante la Comic-Con sin tener nada concreto realmente pensado. Pues bien, esas dudas empiezan a disiparse, porque acaba de confirmarse que Ben Affleck va a ser el nuevo Batman.
Affleck era uno de los muchos actores que habían sonado para dar vida el héroe de Gotham, pero sus declaraciones años atrás en las que decía que nunca volvería a participar en una cinta de superhéroes tras la pésima experiencia vivida con ‘Daredevil‘ (id, Mark Steven Johnson, 2003) apuntaban hacia una posibilidad ni siquiera remota. Su larga y próspera relación profesional con Warner seguro que ha sido decisiva para aceptar uno de los papeles más codiciados de Hollywood.
Se esté de acuerdo o no, uno de los comentarios más habituales respecto a Affleck es que su talento interpretativo no es especialmente elevado y que ha sido su salto a la dirección lo que realmente ha hecho despegar su carrera. En ‘El hombre de acero 2‘ (‘Man of Steel 2’, Zack Snyder, 2015) —lo suyo sería que se titulase ‘Batman contra Superman‘, pero aún no hay nada oficial en lo refereido a su título— tendrá la oportunidad de demostrar hasta qué punto es eso verdad o una completa falacia. Su estreno está previsto para el 17 de julio de 2015 y a buen seguro que los comentarios sobre su elección harán correr ríos de tinta,¿a vosotros os gusta Affleck para dar vida a Bruce Wayne y Batman o habéis perdido toda esperanza en que pueda salir algo positivo de la nueva aventura de Superman protagonizada por Henry Cavill?
PD: Sería gracioso que Matt Damon interpretase a Robin de optarse por incluir al personaje en alguna de las aventuras en solitario de Affleck como Batman, porque tengo claro que esto no va a ser cosa de una sola película.

'Big Sur', tráiler de una nueva adaptación de Jack Kerouac

Tras la adaptación de ‘En la carretera’ (‘On the Road’, Walter Salles, 2012) —un trabajo fallido que pasó de puntillas por la cartelera— llega el turno de ‘Big Sur’, otra novela de Jack Kerouac que da el salto a la gran pantalla. Michael Polish —‘Northfork’ (2003), ‘The Astronaut Farmer’ (2006)— firma el guion y dirige la película, presentada en la última edición del festival de Sundance. Llegará a los cines estadounidenses el 3 de noviembre, por el momento no hay fecha de estreno para España.
Ya os informé sobre esta producción antes de que se iniciara el rodaje, ‘Big Sur’ es un relato autobiográfico protagonizado por Jean-Marc Barr, quien da vida a Kerouac tratando de lidiar con la fama que le ha proporcionado su primer libro así como con sus adicciones y problemas personales. La historia recoge su relación con Jackie Gibson, la mujer de su mejor amigo, Neal Cassady. Kate Bosworth, Anthony Edwards, Radha Mitchell, Henry Thomas, Stana Katic y Josh Lucascompletan el reparto. El tráiler me ha gustado, sobre todo la primera mitad —antes de recurrir a los tópicos de los avances del cine independiente—, espero que no se repita el caso de ‘En la carretera’ y podamos ver pronto esta ‘Big Sur’.

jueves, 11 de julio de 2013

'The Purge: La noche de las bestias', los juegos del odio


Me gustaría pensar de otra manera, pero lo cierto es que los seres humanos tendemos a ser unas criaturas despreciables que hacemos todo lo posible por actuar en nuestro beneficio propio sin pararnos a pensar en cómo podría afectar eso a otras personas. Eso da pie a que las leyes que deberían organizar nuestra existencia son vistas como escollos a sortear siempre que sea posible y en una desconfianza natural hacia prácticamente cualquier persona que no conozcamos ya de antemano. Me consta que hay no pocas excepciones, pero si hubiese que elegir un color para calificar a la humanidad como ente, ése sería un gris muy oscuro, apenas distinguible del negro de toda la vida.
El cine ha aprovechado en infinidad de ocasiones para incidir en esa especie de odio ancestral entre nosotros, pero en la mayoría de ellas se ha hecho para, dentro de la barbarie que se nos expone, transmitir un mensaje de esperanza. Y es que la vida sería muy deprimente si no existiese ese rayo de luz que nos hiciera tener fe en un mañana mejor. Sin embargo, la realidad muchas veces supera a la ficción y no tarda en recordarnos lo complicadas que pueden llegar a ser las cosas. ‘The Purge: La noche de las bestias’ (‘The Purge’, James DeMonaco, 2013) nos sitúa en una sociedad aparentemente perfecta, pero el precio que tienen que pagar para ello es demasiado alto.

Asesinatos con mensaje


Me resulta difícil concebir la posibilidad de que haya algún amante del cine al que la premisa de ‘The Purge: La noche de las bestias’ no le llame la atención, aunque eso no implica que sea necesariamente para bien. ¿Quién va a reaccionar con indiferencia ante el hecho de que durante doce horas al año se puede cometer cualquier crimen impunemente? Las posibilidades de crítica de antojaban infinitas, pero también el hecho de que en realidad no estamos ante más que una hábil película de terror de bajo presupuesto que ante todo ansía impactar al público para poder convertirse en un gran éxito económico. Por fortuna para nosotros, la alegoría sociológica no es sepultada por otro relato home invasión —eso sí, los paralelismos con cintas como ‘Los extraños’ (‘The Strangers’, Bryan Bertino, 2008) son más que evidentes—, muy de moda en los últimos años, aunque también se queda lejos de poder dar lo mejor de sí misma en ese apartado.
‘The Purge: La noche de las bestias’ es una película intimista, pero no entendiendo esto como personajes charlando sin que pase realmente gran cosa —aunque sí en su querencia por el uso de planos cerrados—, sino como una forma de crear un relato tenso con una cantidad muy reducida de localizaciones —en algo se tendría que notar sus apenas tres millones de presupuesto—. Tras unos primeros diez minutos para ponernos en contexto, tanto en las peculiaridades del universo que se nos presenta como en la problemática relación entre la familia protagonista, la acción pasa a concentrarse en una casa y las inmediaciones de la misma. Es entonces cuando ‘The Purge’ pone las cartas sobre la mesa y gana la partida pese a haber lanzado un órdago jugando con la idea de que tenía una mano mucho mejor de la acaba mostrándonos.

La realidad de ‘The Purge: La noche de las bestias’


A James DeMonaco, director y guionista, lo que le interesa es desnudar la doble moral de toda persona y cómo ésta se traduce en reacciones que puedan incomodar al espectador. Es por ello que su principal aportación a través de la puesta en escena es la búsqueda ocasional de un mayor verismo visual que nos lleve a hacer nuestro el sufrimiento de los protagonistas, y lo cierto es que durante, más o menos, la primera hora de metraje triunfa en su objetivo. Esencial para ello resulta que incida en las dudas morales sobre la posibilidad de librarse si ‘únicamente’ entregan un vagabundo a la horda de psicópatas que espera en el patio de su casa. Una decisión tan aparentemente sencilla como difícil con la que vivir si uno conserva alguna humanidad.
DeMonaco sabe jugar bastante bien con la idea de que en el interior de todos nosotros habita un asesino esperando a encontrar un motivo para actuar, algo que puede pasar desde la defensa propia o de un ser querido hasta la mera diversión por saber que no va a tener consecuencia alguna. Dicha dualidad está presentada por la familia protagonista y la especie de ángeles de la muerte que llaman al timbre de su puerta para que únicamente les dejen hacer lo que creen no ya justo, sino necesario. Este contraste es lo que añade riqueza a ‘The Purge: La noche de las bestias’, pero también su principal limitación cuando todo se reconduce hacia un mata-mata más o menos ingeniosos con algunos giros de guión tan convenientes para lo que se quiere transmitir como discutibles en su verosimilitud.

La presencia de Ethan Hawke es vital para sostener la credibilidad de la película, ya que los desconocidos intérpretes que dan sus hijos están a punto de cargársela en varios momentos, mientras que, por desgracia, Lena Headey queda en un segundo plano durante demasiado tiempo, apenas teniendo unos minutos de lucimiento durante el último acto. Por lo demás, sólo la siniestra expresividad facial del también poco conocido Rhys Wakefield consigue transmitirnos algo, siendo esto parte esencial de una película que en todo momento apela a nuestra implicación con lo que sucede, la cual sufre varios golpes cuando nos damos cuenta de que estamos viendo a un actor con escaso talento y no a una extensión nuestra o de una amenaza que pueda cernirse también sobre nosotros.
La sensación que queda tras la finalización de ‘The Purge: La noche de las bestias’ es que es una película que podría haber sido muchísimo mejor sólo mejorando su casting y puliendo ciertos detalles problemáticos de su tramo final. Eso sí, es una bofetada en toda regla al espectador que no quiera ver nada más que una home invasión cumplidora, ya que su aparentemente alocada premisa no está tan alejada de la realidad. Sólo hace falta que estalle algún conflicto bélico de importancia para que la tiranía de los millonarios vaya acercándose más a lo que aquí se propone. Total, no somos más que un mal necesario y empezamos a ser demasiados.